Entre los Ejagham del sureste de Nigeria y el suroeste de Camerún, la realización del ritual nkim o moninkim marca el paso de una joven a la adultez. Esta transición comienza cuando la niña, moninkim, es apartada de la comunidad en general y colocada en el nju nkim (casa de engorde o sala de engorde) donde es mimada, instruida en los valores de Ejagham y enseñada a bailar la danza nkim. Este artículo analiza las formas en que el ritual, la música y la danza interactúan para construir una forma de arte holística, y examina cómo la danza moninkim sirve como un sitio hermenéutico para iluminar la cultura Ejagham.