La antropología del desarrollo parece ir más allá de la crítica y la condena hacia un enfoque más desapasionado del desarrollo como un "fenómeno social". El trabajo reciente de David Mosse es un buen ejemplo. Se analiza un estudio de desarrollo expatriados que se puede ubicar dentro de este campo emergente: un proyecto que explora el trabajo y las aspiraciones del traslado de un lugar a otro con el objetivo de mejorar la vida de los demás.