En las últimas décadas, la securitización del mundo se ha vuelto tan omnipresente que los antropólogos ya no pueden ignorarla como campo de estudio. En respuesta a este desarrollo, han comenzado a investigar, entre otras cosas, las instituciones estatales como las fuerzas armadas y policiales, las luchas cotidianas de las personas para hacer frente a la inseguridad y la biopolítica de la "preparación", así como a reflexionar críticamente sobre la participación de científicos en lo que se ha llamado el "paisaje de seguridad".