Contiene: Esta obra explora las vinculaciones existentes entre la antropología y la política y muestra hasta que punto son capitales. El reciente giro postmodernista de la antropología se ha relacionado con la expiación de las culpas coloniales. La antropología funcionalista tradicional se considera de manera característica como cómplice del crimen, de modo que las posiciones críticas. Ernest Gellner define las culturas como sistemas vinculantes de significación, en los que las transiciones culturales transmiten las características de generación en generación, lo que da lugar a una mayor diversidad y a cambios mucho más rápidos que los meramente genéticos de otras especies. El autor critica a las tendencias que minimizan la importancia de la coerción y entienden las culturas como entidades moralmente soberanas que se justifican por si mismas considerando que es una linea de argumentación viciada que caracteriza la debilidad idealista del método hermenéutico.

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