Benavente Veliz, Santos Cesario.

Políticas de educación y el imaginario popular arequipeño del siglo XIX. - La Paz - BO MUSEF, 2005. - p. 127-171 - Anales de la Reunión Anual de Etnología .

En biblioteca 2 ejemplares Artículo dentro del Seminario II: Antropología Histórica.

incl. ref.

Contiene: Teoría General de la Antropología; Teoría antropológica boliviana; Estado de las investigaciones antropológicas: Visiones de la antropología andina, Profesionales extranjeros en Bolivia, El surgimiento del pensamiento histórico aymara; La historiografía indigenista de Bolivia: Roberto Choque, historiador aymara, Esteban Ticona y Germán Choque Condori, La nueva tendencia historiográfica; Teorias propuestas: La metodología historiográfica boliviana, Los nuevos retos de la historia global; Conclusiones; Bibliografía.

Las políticas educativas institucionalizaron, a través de las directivas y reglamentos pertinentes, un tipo de orientación escolar acorde a la teoría e idiología de las élites gobernantes a nivel del Estado y de las instituciones religiosas, que, como la Iglesia Católica, impusieron un sistema educativo basado en la diferenciación de riqueza y de poder social, diferenciando hombres y mujeres y formando un imaginario popular que reconocía a la educación como la base de la transformación individual y colectiva de la población, a nivel urbano y rural. Así las políticas educativas llegaron a las estructuras sociales con dimensiones heterogéneas y elitizadas, correspondiente a los roles diversos de los grupos sociales locales y regionales. Las caracteristicas de la educación de los siglo XIX son precisas: mucha reglamentación, poco presupuesto y una ideologia que reconocia las diferencias socioeconómicas y culturales, así como la desarticulación de los espacios regionales. Específicamente, en Arequipa, las particularidades existentes la configuran como espacio hegemónico de la región del sur, con concepciones e idiologías liberales y conservadoras, que influyen en el aparato del Estado al momento de delinear sus políticas y prácticas educacionales, pero también con una fuerte presencia de la Iglesia Católica, en la que sus diversas Órdenes Religiosas dominaron la educación de la época, desde el contenido de los cursos hasta aquellas que delineaban las carreras propias para la élite dominante (Derecho, Filosofía, Artes, Teología, etc.) y las que preparaban a los trabajadores para la función laboral, industrial y comercial. De esta manera , el imaginario popular se construye en base a patrones sociales, culturales y morales, con predominancia individual y de diversificación de las élites, frente a la masificaciónde la instrucción en sectores barriales y rurales.


Español.


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